Buscar

9 resultados

Usar comillas para buscar expresiones exactas (ej. "casa de Dios" o "Juan 15:9-15").

Ananías visita a Saulo

Hechos 9:17-22

... “Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas” (v. 17-19). Ananías empezó por imponer las manos ...

Conversión de Saulo

Hechos 9:1-22

... El capítulo 8:3 menciona a un joven llamado Saulo; este era un adversario particularmente encarnizado contra los cristianos. Según sus propias palabras, era “blasfemo, perseguidor e injuriador”; en fin, el primero de los pecadores (1 Timoteo 1:13-15). Pero Dios con su poder iba a arrancar a Satanás uno de sus mejores instrumentos y alistarlo para su servicio. A Saulo no le bastaba con atormentar a los cristianos de Jerusalén; en su furor y fanatismo iba a perseguirlos ...

La curación de un paralítico

Hechos 9:32-35

... “Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos que habitaban en Lida. Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues era paralítico. Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó. Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor”. Pedro no dice a Eneas: “Te sano”, sino ...

La resurrección de Dorcas

Hechos 9:36-43

... “Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala” (v. 36-37). ¡Qué hermoso testimonio nos da el Espíritu de Dios a favor de esta mujer que “abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía”! No es que lo que ella hacía llenase su corazón, pero es ...

La visión de Ananías

Hechos 9:10-16

... El Señor había preparado todo para la conversión de Saulo. No quiso que esta se efectuase en Jerusalén, ni que alguno de los apóstoles interviniese. El Señor lo libraba de su “pueblo, y de los gentiles”, dice en el capítulo 26:17. Ninguno de los apóstoles le comunicó algo (leer los dos primeros capítulos de la epístola a los Gálatas). Debía ser independiente de todos los que habían sido antes de él, formado por el Señor mismo para el servicio ...

Saulo cambió – Dos milagros de Pedro

Hechos 9:23-43

... Tan pronto como se convirtió, Saulo empezó a predicar el nombre que tanto había combatido (v. 20). Sin embargo, fueron necesarios muchos años  de preparación para el ministerio al cual el Señor lo destinaba (v. 15). Jóvenes creyentes, no esperen hasta tener un gran conocimiento para hablar del Señor a otros. Pero tampoco piensen que para emprender cualquier servicio para el Señor sea suficiente ser salvo. Pablo necesitó un período de retiro en Arabia (Gálatas 1:17) y otro en ...

Saulo de Tarso en el camino a Damasco

Hechos 9:1-9

... Saulo no se contentaba con asolar la Iglesia en Jerusalén (cap. 8:3). Quería extender más lejos su actividad diabólica. “Respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén” (v. 1-2). El odio que Saulo profesaba contra los discípulos y, por consiguiente, contra el Señor, creaba una ...

Saulo llega a Jerusalén

Hechos 9:23-31

... Los versículos 23-25 muestran que la Palabra de Dios no hace un relato histórico completo, sino que presenta el pensamiento de Dios. Dios persigue un propósito con su enseñanza y pone de lado todo lo que no sirve para alcanzarlo. “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que ...