Un alma saciada
Salmos 63
... ¿Podemos apropiarnos esa ardiente oración matinal del salmista? Al experimentar la aridez de este triste mundo, todo su deseo, toda su esperanza, todo su gozo es su Dios, objeto de su ferviente meditación, día y noche. La vida es lo más preciado que tiene un hombre, pero el creyente ha hallado un tesoro más grande aún: la misericordia de su Dios. Guarda en su corazón todas las pruebas de ella (v. 3, 7). Note la magnífica progresión: “Mi alma ...