Cántico después de las súplicas
Salmos 57
... Este salmo empieza casi con las mismas palabras de los Salmos 51 y 56: “Ten misericordia de mí, oh Dios…”. Porque la gracia divina es mi recurso tanto contra el mal que me rodea como respecto del pecado que está en mí (Salmo 51). Así los enemigos se llamen Absalón, filisteos o Saúl… Satanás o el mundo, el seguro refugio de mi alma está “en ti”, Señor Jesús, “en la sombra de tus alas” (v. 1). En semejante abrigo no ...