S. Marcos » Capítulo 1

Version Reina Valera 1960

Cada Día las Escrituras
El evangelio del siervo perfecto
Marcos 1:1-13

Pláticas sencillas
Marcos: La presentación del Evangelio
Marcos 1:1

Pláticas sencillas
Marcos: La predicación de Juan el Bautista
Marcos 1:2-8

Pláticas sencillas
Marcos: El bautismo y la tentación de Jesús
Marcos 1:9-13

Cada Día las Escrituras
Ir en pos de Jesús – Un espíritu inmundo echado fuera
Marcos 1:14-28

Pláticas sencillas
Marcos: La predicación del evangelio del reino
Marcos 1:14-15

Pláticas sencillas
Marcos: Un endemoniado en la sinagoga
Marcos 1:21-28

Pláticas sencillas
Marcos: La suegra de Pedro
Marcos 1:29-39

Cada Día las Escrituras
Su fama se difunde
Marcos 1:29-45

Pláticas sencillas
Marcos: La curación de un leproso
Marcos 1:40-45

1Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.

2Como está escrito en Isaías el profeta:
He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz,
El cual preparará tu camino delante de ti. 1 3
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor;
Enderezad sus sendas. 2 4Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.

5Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.6Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; 3 y comía langostas y miel silvestre.7Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado.8Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.9Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.

10Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.11Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. 4 12Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.

13Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.14Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,

15diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios 5 se ha acercado; arrepentíos, 6 y creed en el evangelio.16Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

17Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.18Y dejando luego sus redes, le siguieron.19Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes.20Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.21Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, 7 entrando en la sinagoga, enseñaba.

22Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 8 23Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,24diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.25Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!26Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.27Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?28Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.29Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.

30Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella.31Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.32Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados;

33y toda la ciudad se agolpó a la puerta.34Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.35Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

36Y le buscó Simón, y los que con él estaban;37y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.38Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.39Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. 9 40Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.

41Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.42Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.43Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego,44y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, 10 para testimonio a ellos.45Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.
  • 1Mal. 3.1.
  • 2Is. 40.3.
  • 32 R. 1.8.
  • 4Is. 42.1; Mt. 12.18; 17.5; Mr. 9.7; Lc. 9.35.
  • 5Dn. 2.44.
  • 6Mt. 3.2.
  • 7Aquí equivale a sábado.
  • 8Mt. 7.28–29.
  • 9Mt. 4.23; 9.35.
  • 10Lv. 14.1–32.