S. Lucas » Capítulo 14

Version Reina Valera 1960

Pláticas sencillas
Lucas: Lo que cuesta seguir a Cristo
Lucas 14

Cada Día las Escrituras
El Señor observa
Lucas 14:1-14

Pláticas sencillas
Lucas: La curación de un hombre hidrópico
Lucas 14:1-6

Pláticas sencillas
Lucas: La elección de un lugar
Lucas 14:7-11

Pláticas sencillas
Lucas: Recompensas en la resurrección
Lucas 14:12-14

Pláticas sencillas
Lucas: La invitación a la gran cena
Lucas 14:15-24

Cada Día las Escrituras
Parábola de la gran cena – Para seguirlo
Lucas 14:15-35

Pláticas sencillas
Lucas: Lo que cuesta seguir a Cristo
Lucas 14:25-35

1Aconteció un día de reposo, 1 que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban.

2Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico.3Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? 1 4Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.5Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo? 1 2 6Y no le podían replicar a estas cosas.7Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles:

8Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él,9y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar.10Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa. 3 11Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido. 4 12Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado.

13Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;14y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.15Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios.

16Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.17Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.18Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.19Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.20Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.21Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.22Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.23Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.24Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.25Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:

26Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. 5 27Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. 6 28Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?29No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,30diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.31¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?32Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.33Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.34Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?

35Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.
  • 1 a b c Aquí equivale a sábado.
  • 2Mt. 12.11.
  • 3Pr. 25.6–7.
  • 4Mt. 23.12; Lc. 18.14.
  • 5Mt. 10.37.
  • 6Mt. 10.38; 16.24; Mr. 8.34; Lc. 9.23.