La salvación por gracia

Salmos 85

El tema de este salmo es el perdón que Dios otorgará a su pueblo Israel. Los fieles no dudan de su bondad, pero, al mismo tiempo, sienten el peso de su justa cólera contra su pueblo culpable. Sí, Dios es bueno, ¿no perdonará, pues? Pero también es santo, justo y verdadero; ¿cómo pasaría por alto un solo pecado? Sin embargo, bondad y verdad, justicia y paz, estos caracteres divinos, inconciliables a vista humana se han encontrado (v. 10). En la cruz veo el pecado condenado, la justicia satisfecha y la gracia dándose libre curso (Romanos 5:21). ¡Gloriosa armonía! Empero, ¡cuántas personas que no conocen ese maravilloso lugar de encuentro de la cruz se hacen una idea totalmente equivocada de Dios! Pretenden ver en él un Juez severo, el que, por gusto, hace sufrir a su criatura. O se imaginan, por el contrario, a «un buen Dios» indulgente para los «pequeños» pecados y que se contenta fácilmente con las buenas intenciones y los esfuerzos del ser humano para obrar bien.

¡Fatales pensamientos! El Dios justo condena el pecado, cada pecado, pero el Dios de amor perdona al pecador. Y en la cruz, donde fue cumplida esa obra, aprendo a conocerle.

Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"