Malaquías significa mensajero de Jehová. Al citar el versículo 1 el Señor Jesús aplica este título a Juan el Bautista, encargado de preparar delante de Él el corazón de su pueblo (Mateo 11:10). El rechazo del Mesías después del de su precursor suspendió el curso de la profecía. El actual tiempo de la Iglesia es pasado por alto y en el versículo 2 vemos como Jehová vuelve a tomar sus propósitos acerca de los hijos de Leví mediante un trabajo de afinación y depuración (v. 2-3; Salmo 66:10; Job 28:1).
Hay quienes observaron al artesano fundidor ocupado en purificar el mineral de plata. Él se sienta junto al crisol mientras dura la fusión.
La operación solo se acaba cuando su propia imagen se refleja nítidamente en el brillante metal.
¡Notable ilustración de lo que el Señor cumple en cada uno de nosotros! Él sabe ordenar nuestras circunstancias; a veces atiza el fuego de la prueba a fin de quitarnos toda impura aleación. Proseguirá su paciente trabajo hasta que su radiante imagen moral se refleje en nosotros (comp. Zacarías 13:9; 2 Corintios 3:18). ¿Cuáles pueden ser los sentimientos del Señor, defraudado en los dones, el servicio y la confianza que se le debe? “Probadme” dice él a su pueblo. Sí, el Señor se regocija cuanto nuestra fe le permite bendecirnos.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"