Ocho visiones y dos oráculos

Zacarías 1:1-17

Zacarías, junto con Hageo, son los portavoces ante los hijos de Judá que subieron del cautiverio (Esdras 5:1). ¿Cuáles son las primeras palabras que Jehová dirige a este pueblo por medio de su siervo? “Volveos a mí”. Primero es necesario arrepentirse (Mateo 3:2; 4:17; Hechos 2:38). La promesa solo viene luego… “y yo me volveré a vosotros” (v. 3).

Los padres murieron, y con ellos los profetas que, como Jeremías, los habían advertido fielmente. Pero las palabras divinas no pasaron; se cumplen infaliblemente (Mateo 24:35). Los malos caminos y las malas obras de Judá habían recibido su castigo, a saber, el cautiverio en Babilonia (v. 12 final). ¡Ojalá las siguientes generaciones saquen provecho de esa cruel lección!

Desde el versículo 7 hasta el capítulo 6 el profeta relata una sucesión de extrañas visiones. Como tema general tienen al gobierno de Dios efectuado por medio de las naciones (el jinete y los caballos) y, como telón de fondo, el restablecimiento de Israel (los mirtos, alusión a la fiesta de los tabernáculos y figura de la restauración que sigue al arrepentimiento).

Porque Dios siempre tiene, para los suyos que pasan por prueba y debilidad, v. 13: ... buenas palabras, palabras consoladoras.

Son tan ciertas e inmutables como el anuncio de sus juicios.

Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"