Gog, sus aliados, sus vasallos y sus innumerables hordas serán aniquilados “sobre los montes de Israel”. Para darnos una idea de la terrorífica amplitud de ese asalto final, el versículo 9 declara que el material de guerra abandonado proveerá de bastante combustible a los habitantes para calentarse durante siete años, y el versículo 14 agrega que serán necesarios siete meses para enterrar a los muertos.
De modo que ese país que Gog habrá querido poseer llegará a ser su tumba. Y, además, Dios también enviará un juicio sobre Magog, el propio territorio del agresor.
Todo lo que concierne a esa destrucción del asirio y de sus ejércitos se halla consignado desde hace más de veinte siglos en el Libro de Dios (comp. cap. 38:17). Pero esto no impedirá que las multitudes enceguecidas por Satanás se precipiten por sí solas al lugar designado para su matanza. Si bien desde hace dos mil años el Evangelio declara adónde lleva el camino ancho (Mateo 7:13), cuán numerosos son los que lo siguen con los ojos cerrados para ir a la perdición. Tales serán los últimos acontecimientos que precederán al reinado de Cristo. De ahí en adelante Israel morará en paz; no habrá nadie que lo asuste y muchas naciones aprenderán a temer a Jehová.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"