Jacob llega a la casa de Labán
Génesis 29:1-14
Cuánto consuelo da pensar que el ojo de Dios sigue continuamente a los suyos, incluso cuando ellos descuidan mirarle.
Llamado a la gracia
Éxodo 33:12-23
Moisés es figura de alguien más grande que él: el Hijo que hablaría a su Padre de aquellos que le serían dados de en medio del mundo.
Un rostro resplandeciente
Éxodo 34:27-35
El rostro de Moisés resplandece, aunque él mismo no lo sabe. Con un rostro feliz, cada hijo de Dios debería mostrar la felicidad que él posee.