"Bien lo ha hecho todo"
Marcos 7:17-37
... El Señor, que conoce bien el corazón del hombre y no se deja engañar por las apariencias, pone en guardia a sus discípulos contra lo que puede manar de él. Ese corazón, queridos amigos, no ha cambiado; es el mío y el de ustedes. Gracias a Dios, existe un modo de remediar el caso (Salmo 51:10). Después de esta trágica y definitiva constatación podemos imaginarnos qué gozo dio a Jesús su encuentro con la mujer sirofenicia. La severidad con ...
La curación de un sordo
Marcos 7:31-37
... Jesús regresó al Mar de Galilea a través de la tierra de Decápolis, una región situada en el noreste de Palestina y habitada también por gentiles. Allí le trajeron a un sordo y tartamudo, y le rogaron que le impusiera su mano. “Y tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua; y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto. Al momento fueron abiertos ...
La mujer sirofenicia
Marcos 7:24-30
... Versículos 24-30: Jesús fue a las regiones de Tiro y de Sidón, y entró en una casa, pero no quería que nadie lo supiera. Sin embargo, en ese país habitado por extraños a las promesas hechas a Israel, se encontró con la fe de una mujer sirofenicia Se distinguía entre los fenicios de Siria y los fenicios de Libia, originarios de África del Norte. 1 cuya hija tenía un espíritu inmundo. Cuando oyó hablar de Jesús, esta mujer fue ...
Los judíos y la tradición
Marcos 7:1-23
... Vemos aquí a Jesús rodeado, no por personas que venían a él con sus necesidades, sino por religiosos llenos de sí mismos. Estos encontraban en falta a los discípulos porque no se ajustaban a las tradiciones de los judíos. ¡Qué contraste entre la gracia de Jesús manifestándose hacia todos en amor, como lo hemos visto obrando en el capítulo anterior, y estos hombres que preferían las vanas formalidades de una religión carnal! Los fariseos y escribas se acercaron a Jesús ...
Tradiciones y Palabra de Dios
Marcos 7:1-16
... Los fariseos estaban celosos del éxito del Señor con las multitudes, pero temiendo a estas, no osaban afrontar abiertamente a Jesús. Entonces acusaron a sus discípulos, como ya lo habían hecho anteriormente (cap. 2:24). Para esos hipócritas la pureza exterior tenía una importancia mucho más grande que la de su conciencia, la cual les preocupaba menos. Es cierto, la religión sin la santidad conviene muy bien al corazón natural. A los fariseos les interesaba la aprobación de los hombres ...