Alegría y paz – ¿Qué hacer frente al desprecio del mundo?

Salmos 122 – Salmos 123

El amor que el israelita siente por Jerusalén es la imagen de los deseos y afectos del cristiano por la Asamblea, preciosa al corazón de Cristo. ¿Actualmente nos dirigimos con gozo (v. 1) al lugar en que Él prometió su presencia, para ir a celebrar su nombre? (comp. v. 4).

Retengamos la promesa del versículo 6: “Sean prosperados los que te aman”. El amor por la Asamblea es una fuente de prosperidad espiritual. ¿Cómo se manifiesta este amor? Orando por su paz, buscando su bien de todas maneras (v. 6-9).

El Salmo 123 nos enseña la dependencia. El fiel alza sus ojos hacia su Dios con el sentimiento de que todos los recursos están en Él (comp. 2 Crónicas 20:12). No tiene ningún derecho; todo es gracia. Por parte de los hombres, ¿qué debe esperar el fiel? Puede estar sobremanera hastiado del menosprecio y del escarnio de los “que están en holgura” aquí abajo (v. 3-4; 1 Corintios 4:13). Pero, si es capaz de soportar estas cosas, es porque dirige las miradas de su fe hacia su Salvador “en los cielos” (v. 1; Salmo 141:8). Pronto esta fe será cambiada en vista. Hoy está hastiado de menosprecio; mañana será saciado de Su imagen (Salmo 17:15).

Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"