A su turno, los amigos de Job hacen uso de la palabra. Estos consoladores, ¿qué van a decir de consolador? Estos sabios, ¿con qué sabiduría van a instruir a su desdichado amigo y calmar su desesperanza? ¿Tendrán ellos, como más tarde el divino Médico, esa lengua de sabios que sabe “hablar palabras al cansado”? (Isaías 50:4). ¡Al contrario, como lo vamos a ver, sus discursos no harán más que exasperar poco a poco al pobre Job! ¡Y no porque sus argumentos carezcan de sabiduría! Hallamos en ellos grandes verdades que forman parte de la Palabra inspirada. Ciertos versículos hasta son citados en el Nuevo Testamento (por ejemplo Job 5:13 se halla en 1 Corintios 3:19). Pero Elifaz, Bildad y Zofar harán una falsa aplicación de esas verdades en el caso de Job. Lo mismo que esos tres hombres, podemos conocer muchas verdades… y citarlas fuera de propósito.
La palabra (dicha) a su tiempo, ¡cuán buena es!
(Proverbios 15:23).
En los versículos 3 y 4, Elifaz rinde un buen testimonio acerca de Job, el cual, antes de estar él mismo bajo la disciplina, había levantado “las manos caídas y las rodillas paralizadas” (Hebreos 12:12). «Pues bien –le dice bastante bruscamente su amigo– es tiempo de que tú mismo pongas en práctica lo que enseñaste a los demás» (ver Romanos 2:21).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"