Creyentes solteros

1 Corintios 7:8

Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo… Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor 
(1 Corintios 7:8, 32).

En 1 Corintios 7, Pablo habla del cristiano soltero. En este pasaje vemos claramente que cada uno puede estar contento en la situación en la que Dios lo ha colocado.

La ventaja del creyente soltero es que puede ocuparse especialmente de las cosas del Señor. Los casados tienen grandes responsabilidades dentro de la familia, las cuales el soltero no tiene. Así, la gran tarea del soltero es ocuparse de las cosas del Señor. Esta responsabilidad concierne, sin duda, a todos los hijos de Dios, pero incumbe de manera especial a los solteros.

¿Cómo podemos cumplir este precioso servicio? Queremos responder con tres ejemplos de la Palabra, los cuales contienen valiosas e importantes lecciones para el cristiano soltero.

Los hermanos de Betania

Los diversos pasajes en los que estos tres hermanos –Lázaro, Marta y María– son mencionados (Lucas 10:38-42; Juan 11:1-44; Juan 12:1-8) nos ayudan con nuestro tema. Betania significa «casa de los afligidos». Pero para nuestro Señor Jesucristo este era un lugar de reposo, donde era recibido con amor.

La Palabra de Dios nos muestra características específicas de Marta, María y Lázaro, pero también lo hace en relación con los tres hermanos juntos.

Marta

Lo primero que se nos dice de Marta es que recibió al Señor en su casa. ¡Qué maravilla! Puso su casa a disposición del Señor y de sus discípulos cada vez que lo necesitaban. Este es un ejemplo de la hospitalidad que podemos practicar. Los cristianos solteros tienen más tiempo que los casados para ocuparse del Señor, y también pueden hacerlo por el bien de los demás.

Hay una segunda cosa que debemos recordar. Marta aceptó la exhortación del Señor; él tenía que corregir algo en ella, y ella lo entendió. Los solteros están acostumbrados a decidir todo por sí mismos, y es normal. Como resultado, a veces les cuesta aceptar una exhortación, una corrección o simplemente un buen consejo. Aprendamos de Marta.

Lázaro

Parece que no fue un hombre de muchas palabras. Sin embargo, podemos aprender algo de él. En primer lugar, se le llama “el muerto”, luego vemos que resucitó de entre los muertos, y por último vemos que estaba a la mesa con el Señor Jesús. En sentido espiritual, lo primero significa que debemos vivir en un estado en el que nos consideramos muertos al pecado (no es el pecado el que está muerto, somos nosotros los que estamos muertos al pecado). En segundo lugar, la nueva vida debe desarrollarse dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Luego podemos tener comunión con nuestro Señor. Este último punto, en particular, está dirigido a los solteros. Tal vez te sientas solo y aislado porque no tienes un compañero o compañera. Entonces puedes disfrutar el privilegio de tener una comunión íntima con el Señor, y tomar todas tus decisiones con él.

María

Entre todas las mujeres mencionadas en la Palabra, María ocupa un lugar especial de honor. El Señor nunca olvidó lo que ella hizo por él. María encontró seguridad y descanso junto a Jesús. Tuvo tiempo para sentarse a Sus pies y escuchar su palabra. Las madres que tienen niños pequeños a menudo sufren porque no es fácil tomarse este tiempo. Desde muy temprano en la mañana, hasta bien entrada la noche, los niños requieren múltiples cuidados y atención. Entonces vale la pena aprovechar este periodo de celibato para escuchar la palabra del Señor sin distraerse con los deberes familiares.

Además, observemos que María hizo lo correcto en el momento oportuno. En medio de la gran tristeza por la muerte de su hermano Lázaro, encontró consuelo en el Señor. Y cuando él se preparaba para subir a Jerusalén, fue ella quien lo ungió para su sepultura, antes de morir. Finalmente, con sus hechos María mostró una gran comprensión de los pensamientos y los caminos de Dios. Tuvo más discernimiento que los discípulos.

Qué motivación y estímulo para aquellos a quienes el Señor ha dado tiempo para buscar sus pensamientos. Esto será una bendición para los que los rodean.

Los tres juntos

Dos expresiones se refieren a Marta, María y Lázaro juntos. Por un lado, vemos que hicieron una cena para el Señor. Esto nos muestra una vez más la hospitalidad y la comunión con el Señor, dos privilegios que nosotros también podemos disfrutar. Por otra parte, Juan nos dice que el Señor amaba a estos tres hermanos. ¿Te hace falta el amor de un cónyuge? Recuerda que eres el objeto especial del amor de tu Salvador y Señor. Tal vez puedas disfrutar de este amor de una manera más profunda que alguien que está casado.

No siempre es fácil ser soltero y, desde luego, nunca lo ha sido. Por eso las últimas palabras del apóstol Pablo en su carta a Timoteo siguen siendo importantes para todas las personas solteras: “La gracia sea contigo” (1 Timoteo 6:21).