En primer lugar, quiere decir que Cristo es el cumplimiento de todo lo que se ha dicho y prometido en el Antiguo Testamento. Luego que la fe debe apoyarse no solamente sobre partes, sino sobre toda la Sagrada Escritura, para que la plena bendición de Dios sea derramada sobre el creyente. Quien cree en el Señor Jesús recibe el Espíritu Santo, y a este Dios no lo da por medida (Juan 3:34).