Cosa notable, la expresión del versículo 1: “La gloria del Señor ha nacido sobre ti” viene a ser: “Te alumbrará Cristo” en la cita de Efesios 5:14. La gloria de Dios se identifica, pues, con la persona de su Hijo (véase 2 Corintios 4:6). Esta gloria está ligada al lugar donde Él mora: “Yo honraré el lugar de mis pies” (v. 13). La “Sion del Santo de Israel” (v. 14) tiene su pareja en la Jerusalén celestial del capítulo 21 del Apocalipsis. Compárense respectivamente los versículos 19, 3 y 11 de nuestro capítulo con Apocalipsis 21:23-26.
Como en el capítulo 49, la gran congregación de Israel es evocada aquí en una conmovedora y espléndida descripción. ¡Esta visión, esta promesa sostendrá a los creyentes del remanente en medio de sus tribulaciones! En cuanto a nosotros, cristianos, a veces desalentados, levantemos la vista y consideremos por la fe al pueblo de Dios, como otrora Abraham fue invitado a hacerlo (Génesis 15:5). No estamos solos. Una innumerable multitud de peregrinos camina con nosotros hacia la ciudad celestial. El cansancio y el sufrimiento, a menudo, han aminorado sus pasos. Pero, mírenlos: sus rostros resplandecen. Sus corazones se maravillan y se ensanchan en vista de afectos eternos (v. 5).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"