El yugo desigual

El yugo desigual

“El amor de Cristo –dice el apóstol– nos constriñe” (2 Corintios 5:14). Este es el motivo más poderoso de todos. Cuanto más lleno esté el corazón del amor de Cristo, y cuanto más fijemos nuestros ojos espirituales en su bendita Persona, más buscaremos seguir sus huellas celestiales. Ahora bien, entre los numerosos obstáculos que se oponen a esta plena consagración de corazón a Cristo que yo deseo ardientemente para mí y para mis lectores, el yugo desigual, tal como lo veremos, ocupa uno de los primeros lugares.