El cristiano y el mundo
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él (1 Juan 2:15).
¿Qué es el mundo? He aquí una pregunta de suma importancia que se presenta al atento examen de todo creyente serio y reflexivo. ¿Qué es este mundo, del cual la Palabra nos exhorta a guardarnos sin mancha? (Santiago 1:27).
El yugo desigual
“El amor de Cristo –dice el apóstol– nos constriñe” (2 Corintios 5:14). Este es el motivo más poderoso de todos. Cuanto más lleno esté el corazón del amor de Cristo, y cuanto más fijemos nuestros ojos espirituales en su bendita Persona, más buscaremos seguir sus huellas celestiales. Ahora bien, entre los numerosos obstáculos que se oponen a esta plena consagración de corazón a Cristo que yo deseo ardientemente para mí y para mis lectores, el yugo desigual, tal como lo veremos, ocupa uno de los primeros lugares.
Nuestra posición en la tierra
Hebreos 13:13
En una de las cartas anteriores les escribí sobre nuestra posición ante Dios como creyentes. Ahora me gustaría llamar su atención sobre nuestra posición aquí en la tierra.
El mundo
La expresión «el mundo» tiene varios sentidos, por lo cual es necesario considerarla en su contexto para no malinterpretar lo que Dios quiere decir a este respecto.
Josafat - Peligros y consecuencias de las asociaciones mundanas
Estudiando la historia inspirada de los dos reinos de Israel y de Judá, desde su separación bajo el reinado de Roboam, reconoceremos sin dificultad la profunda diferencia que existe entre ambos. La línea de reyes de Israel desde Jeroboam hasta Oseas, presenta solo una sucesión sombría y triste de hombres que hicieron lo malo a los ojos de Jehová. En vano buscaremos una excepción.