Salmos » Capítulo 55

Version Reina Valera 1960

Cada Día las Escrituras
Miedo y angustia – Las alas de la fe
Salmos 55:1-11

Cada Día las Escrituras
Calma en la tormenta
Salmos 55:12-23

1Al músico principal; en Neginot. Masquil de David.
[1] Escucha, oh Dios, mi oración,
Y no te escondas de mi súplica.

2
Está atento, y respóndeme;
Clamo en mi oración, y me conmuevo, 3
A causa de la voz del enemigo,
Por la opresión del impío;
Porque sobre mí echaron iniquidad,
Y con furor me persiguen.4
Mi corazón está dolorido dentro de mí,
Y terrores de muerte sobre mí han caído.

5
Temor y temblor vinieron sobre mí,
Y terror me ha cubierto. 6
Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma!
Volaría yo, y descansaría. 7
Ciertamente huiría lejos;
Moraría en el desierto. Selah8
Me apresuraría a escapar
Del viento borrascoso, de la tempestad.

9
Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos;
Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. 10
Día y noche la rodean sobre sus muros,
E iniquidad y trabajo hay en medio de ella. 11
Maldad hay en medio de ella,
Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas.12
Porque no me afrentó un enemigo,
Lo cual habría soportado;
Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,
Porque me hubiera ocultado de él;

13
Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío,
Mi guía, y mi familiar; 14
Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,
Y andábamos en amistad en la casa de Dios. 15
Que la muerte les sorprenda;
Desciendan vivos al Seol,
Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos.16
En cuanto a mí, a Dios clamaré;
Y Jehová me salvará.

17
Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz. 18
Él redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí,
Aunque contra mí haya muchos. 19
Dios oirá, y los quebrantará luego,
El que permanece desde la antigüedad;
Por cuanto no cambian,
Ni temen a Dios. Selah20
Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él;
Violó su pacto.

21
Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla,
Pero guerra hay en su corazón;
Suaviza sus palabras más que el aceite,
Mas ellas son espadas desnudas.22
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.

23
Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición.
Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días;
Pero yo en ti confiaré.