Mucha gente cree que la fe en el Señor Jesús es un asunto vago. Esta opinión se debe al uso de la palabra “creer” en el lenguaje corriente. Si en alguna cosa no tengo seguridad, digo: “Creo que sea así”. Sin embargo, en las cosas de Dios la fe es una cosa completamente cierta. Se apoya sobre la Palabra de Dios, que es la única cosa segura en nuestro mundo tan incierto y agitado. Cuando todo es sacudido, la Palabra de Dios está y permanece firme.
El profesor Einstein hizo alguna vez la pregunta siguiente al cardenal Faulhaber: “Eminencia, ¿qué haría usted si la matemática le demostrase que su fe sería un error?”. Respondió el cardenal: “Señor profesor, yo esperaría hasta que usted encontrara su error de cálculo”.
Este hombre estaba bien cierto de lo que creía. ¿Nosotros también? Si tenemos ahora y hoy plena confianza en las palabras de la Biblia, creyendo personalmente que el Señor Jesús ha venido al mundo para salvar también a mí, pecador, entonces nadie ni nada nos quitará esta seguridad de la salvación. Ya podemos saber hoy: Lo que dice la Palabra de Dios es verdad y vale personalmente para mí.