Las llaves de la Biblia

  1. La llave de David. – Esta llave la vemos primero sobre el hombro de Eliaquim (Isaías 22:22). Dios la quitó después (v. 25). La llave de David se ve luego en poder de Cristo (Apocalipsis 3:7). Esta llave se ajusta a cada división del candado de todas las promesas que Dios ha hecho a Israel como nación (Romanos 15:8).
  2. La llave de la ciencia o del conocimiento (Lucas 11:52). – Esta llave en manos de los doctores de la ley evidencia que ella simboliza la ley. Los doctores de la ley sustituyeron esta por la tradición. ¿Por qué se llama la llave del conocimiento? Porque “por la ley es el conocimiento del pecado” (Romanos 3:20). La ley nos abre a nosotros y nos da entrada dentro de nosotros mismos para que nos veamos como Dios nos ve.
  3. Las llaves del Reino (Mateo 16:19). – Estas llaves fueron dadas por Cristo a Pedro, y por ellas él y sus consiervos apóstoles “abrieron la puerta de la fe a los gentiles” (Hechos 14:27). Estas no eran un par de llaves de hierro, sino el evangelio en la boca de los apóstoles, enseñando a los pecadores como podían ser salvos. Como Pedro mismo dice: “Que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen” (Hechos 15:7). También a los judíos fue abierta la puerta de la fe por el sermón de Pedro el día de Pentecostés.
  4. Las llaves de la Muerte y del Hades (Apocalipsis 1:18). – Estas llaves se ven en las manos de Aquel que dijo: “Estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos”. ¿Cómo pueden “las puertas del Hades” prevalecer contra la Iglesia (Mateo 16:18), si él tiene “las llaves del Hades”? Cristo ha cerrado para siempre las puertas del Hades para todos aquellos que creen en su Nombre.
  5. La llave del Abismo (Apocalipsis 20:1). –Esta llave es confiada a un ángel que desciende del cielo con una gran cadena para atar al diablo y aprisionarlo por mil años. El que ahora “anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8) se encontrará muy pronto en prisión.

Resumamos: Estas llaves simbolizan: La primera, promesa; la segunda, la ley; la tercera, el Evangelio; la cuarta, victoria; la quinta, juicio.