Salmos » Capítulo 84

Version Reina Valera 1960

Cada Día las Escrituras
Bienaventurados
Salmos 84

1Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.
[1] ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

2
Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.3
Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.

4
Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah5
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.

6
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques. 7
Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.8
Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah

9
Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.

10
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.

11
Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad. 12
Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.