1Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.
[1] En Dios solamente está acallada mi alma;
De él viene mi salvación. 2
Él solamente es mi roca y mi salvación;
Es mi refugio, no resbalaré mucho. 3
¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre,
Tratando todos vosotros de aplastarle
Como pared desplomada y como cerca derribada? 4
Solamente consultan para arrojarle de su grandeza.
Aman la mentira;
Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah5
Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza. 6
Él solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré. 7
En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.8
Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah9
Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón;
Pesándolos a todos igualmente en la balanza,
Serán menos que nada. 10
No confiéis en la violencia,
Ni en la rapiña; no os envanezcáis;
Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.11
Una vez habló Dios;
Dos veces he oído esto:
Que de Dios es el poder, 12
Y tuya, oh Señor, es la misericordia;
Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra. 1
[1] En Dios solamente está acallada mi alma;
De él viene mi salvación. 2
Él solamente es mi roca y mi salvación;
Es mi refugio, no resbalaré mucho. 3
¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre,
Tratando todos vosotros de aplastarle
Como pared desplomada y como cerca derribada? 4
Solamente consultan para arrojarle de su grandeza.
Aman la mentira;
Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah5
Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza. 6
Él solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré. 7
En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.8
Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah9
Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón;
Pesándolos a todos igualmente en la balanza,
Serán menos que nada. 10
No confiéis en la violencia,
Ni en la rapiña; no os envanezcáis;
Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.11
Una vez habló Dios;
Dos veces he oído esto:
Que de Dios es el poder, 12
Y tuya, oh Señor, es la misericordia;
Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra. 1
- 1Job 34.11; Jer. 17.10; Mt. 16.27; Ro. 2.6; Ap. 2.23.