1Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo. 1
[1] ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!
Muchos son los que se levantan contra mí. 2
Muchos son los que dicen de mí:
No hay para él salvación en Dios. Selah3
Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. 4
Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me respondió desde su monte santo. Selah5
Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová me sustentaba. 6
No temeré a diez millares de gente,
Que pusieren sitio contra mí. 7
Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;
Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;
Los dientes de los perversos quebrantaste.8
La salvación es de Jehová;
Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah
[1] ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!
Muchos son los que se levantan contra mí. 2
Muchos son los que dicen de mí:
No hay para él salvación en Dios. Selah3
Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. 4
Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me respondió desde su monte santo. Selah5
Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová me sustentaba. 6
No temeré a diez millares de gente,
Que pusieren sitio contra mí. 7
Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;
Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;
Los dientes de los perversos quebrantaste.8
La salvación es de Jehová;
Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah
- 12 S. 15.13—17.22.