La Biblia: ¡Un milagro!
La Santa Escritura no es solo la Revelación escrita de Dios: es también un milagro. Imaginémonos que de los más diversos lugares se hayan traído pedacitos de vidrio de diferentes colores, los cuales, reunidos, formen un conjunto armonioso. Seguramente diremos que algún artista los ordenó para conseguir una hermosa vidriera.