La salvación
Un hombre rico invitó a muchos amigos a un banquete, pero ninguno llegó. Todos mandaron excusas, porque no querían ir. Las excusas eran sumamente absurdas. El primero dijo que había comprado un terreno y tenía que ir a verlo. ¿Cuál era el apuro? Otro dijo que acababa de comprar unos bueyes y tenía que ir a probarlos. ¿Por qué no dejar que los animales descansaran esa noche? Una tercera persona dijo que se acababa de casar y no podía ir. ¿Por qué no podía ir con la esposa?